viernes, 30 de julio de 2010

LAS ENSEÑANZAS DEL DALAI LAMA 4ª PARTE: LAS ENSEÑANZAS DE DISKIT

El 26 de julio comenzaron las enseñanzas de dos días del Dalai Lama en Diskit. Yo esta vez me demoré más de la cuenta, y cuando llegué acababa de hacer su aparición su santi. Al llegar me quedé junto al grupo de música que anunciaba su llegada. Después me acerqué donde estaba Alicia, y al momento pude detectar el mal ambiente que allí se respiraba. Resulta que desde que se había posicionado ella y otra devota de Miami, la gente había hecho por arrebatarles el sitio y se había generado mucha tensión. Parece ser que esto es habitual en Dharamsala, donde suele faltar sitio para tanto escuchante, pero para mi era algo nuevo.

Como el sol apretaba terriblemente, Alicia hacía por abrir el paraguas, al igual que hacían todos los monjes y ladakhis, pero nuestros compañeros de atrás insistían en que no les dejábamos ver. Y eso que sin sombrilla tampoco veían, pues todo el personal que había sobre el escenario impedía la visión directa sobre el Dalai Lama. Llegué a la conclusión de que allí la gente iba a mirar, pero no a escuchar, sobre todo cuando parte de esta gente, antes de terminar la enseñanza se marcharon cansados de tan aburrido espectáculo. También tuvimos problemas porque Alicia me iba traduciendo las enseñanzas, pero lo hacía cuando hablaba el traductor de ladakhi. Nuestro vecinos nos decían que nos calláramos, a lo que nosotros les preguntamos si es que también entendían el ladakhi. No tuvimos respuesta a tan inquietante pregunta.

Enseguida aparecieron las hordas de voluntarios repartiendo los sosos panes junto con té tibetano,  malo, pero no tanto como yo había supuesto (claro, que nos dieron la versión dulce, que la salada parece que es horripilante).



Al anunciar el descanso de la jornada, el Dalai Lama dijo que por favor, la gente abriera sus sombrillas, que el sol podría acabar con nosotros. Alicia me reafirmó que "es que este hombre está en todo". Me fui a buscar agua y a observar a las gentes del lugar, y así mientras, me liberaba de la tensión del lugar donde estábamos.


A la vuelta continuaron las enseñanzas y cuando ya había terminado, el Dalai Lama interrumpió la ceremonia de su salida anunciándonos que al día siguiente recibiría a los extranjeros llegados a tan recóndito lugar. La alegría de Alicia en ese momento se desbordó.


Nos fuimos a comer una pizza a un guesthouse donde ya habíamos ido con Ernesto, y allí descansamos de tan caluroso día bebiéndonos un par de las no muy saludables cervezas indias.
Esa noche medio preparamos nuestras mochilas pues Alicia debía marchar al día siguiente, nada más terminadas las enseñanzas, pues debía coger el avión de regreso a España.


En el segundo día de enseñanzas no había tantos turistas al comienzo, si bien fueron incorporándose paulatinamente, supongo que para ser recibidos por el Dalai Lama. El ambiente volvió a ser el de las jornadas de Sumur, amable y de camaradería. Apareció el Dalai Lama con su escolta amarilla de sombreros despampanantes mientras sonaba la orquestina.
Este día ya mi radio no tenía pilas, por lo que no pude seguir la traducción al español, pero tampoco esto me dolió mucho, que la mezcla de sonidos a veces hacía peligrar mi equilibrio psíquico.
La jornada consistió en unas breves enseñanzas y en una serie de bendiciones por parte del Dalai Lama para que todos los que estábamos allí alcanzáramos la sabiduría. Buena decisión, pues es algo que no abunda.


Sobre las 12 del mediodía acabaron las enseñanzas y por megafonía se anunció que inmediatamente los extranjeros nos dirigiéramos a la zona de audiencia. La zozobra se apoderó de Alicia y como la más entregada de las groupies corrió delante mío agarrándome de la mano en pos del mejor sitio. Hicimos bien en correr porque hubo gente que finalmente no pudo llegar.


Allí nos encontramos con la monjita Kunsang y juntos nos pusimos pegados a la entrada donde unos instantes después apareció el Dalai Lama. Yo, para más señas, fui el foráneo que más cerca quedó de él. Desde mi posición pude realizar fotos de buenos y laterales primeros planos.
En su discurso a los extranjeros, el Dalai Lama nos habló de qué cosas hacen felices a las personas, que no son los bienes materiales, sino la amistad y el ofrecerse a los demás.  Comentaba que habitualmente  los jóvenes miran más la apariencia física, pero hay que fijarse en el interior de las personas, en el alma, en cómo se es realmente y no en el exterior. Dijo que las chicas jóvenes suelen comprarse lindas ropas y maquillarse para así sentirse más felices y más apreciadas... y mientras esto decía iba señalando con la mano y mirando a las chicas que había en primera fila hasta que llegó a Alicia y le dijo: perdón que tu no eres tan joven, y riendo se acercó a Alicia y le cogió las manos. Una vez más Alicia había tocado a su maestro para gran alborozo de ella y de todos los que estábamos allí, pues se trató de un gesto muy divertido. Y además, esta vez había sido él quien se había dirigido a ella.
Siguió hablándonos del Tibet, un tema que no suele tratar en sus conferencias. Dijo que muchos tibetanos deben huir al exilio, pero que por ejemplo, marchan a Estados Unidos y allí abandonan sus prácticas y ceden al consumismo, y mientras esto decía, miraba y reía para Alicia pidiendo su consentimiento.
Continuó hablando del Tibet mientras miraba mi camiseta que ponía Tibet, y dijo que no nos olvidáramos de aquel lugar y que él, como Dalai Lama, lo que pedía era una autonomía dentro de China donde se resperata su cultura y su tradición que actualmente está siendo destruida. Y puso como ejemplo la región de Ladakh, que está dentro de India pero donde sus gentes pueden llevar su forma de vida sin ser perseguidos por ello.
Terminó su bonita charla hablando de ecología y de la necesidad de cuidar nuestro planeta para tener una buena calidad de vida para nosotros y para las generaciones futuras.
Cuando se despedía, Alicia le preguntó si no nos podríamos hacer unas fotos. El Dalai Lama le dijo que por supuesto y cogiendo las manos de Alicia y de Kunsang le preguntó a esta que de donde era y qué tal le iba. Y así, rodeado de estas espléndidas mujeres se colocó para fotografiarse. Alicia me conminó a que me pusiera con ellos y que le cogiera la mano al Dalai Lama. Y en ese momento se empezó a formar un enorme revuelo de todo el mundo que deseaba retratarse con tan alta personalidad.


A continuación el Dalai Lama se fue a hacerse más fotos con más gente y ya el caos era espectácular.
Finalmente bajó las escaleras y abandonó el lugar en su vehículo.


Durante su conferencia y después, la gente que allí estábamos teníamos una enorme y espectacular sonrisa, y el sentimiento de amor fraternal era palpable, y así duró todo el resto de la jornada.
Después de disuelto el evento la gente se acercaba a Alicia para felicitarla por su conexión con el Dalai Lama.

El grupito que habíamos llegado a Nubra: Alicia, Kunsang, Gyatso, Alexandra y yo nos retratamos con grandes sonrisas para dejar impreso aquel momento inolvidable.
Además, rápidamente intercambiamos correos entre los asistentes para pasarnos las fotos que unos y otros habíamos tomado.


Nada más terminado el acontecimiento, Alicia y yo nos fuimos a buscar un medio para volver a Leh. El día anterior lo habíamos buscado pero nos habían dicho que imposible, que estaba todo ocupado.
No tardamos en encontrar un coche que nos llevaría. De buscarlo se había ocupado David, un italiano gracioso y dicharachero que al ver a Alicia en la parada de buses se la había acercado y reverenciado diciéndole que estaba tocada por la divinidad.

Paramos cerca de nuestro guesthouse donde cogí las mochilas, y muy pero que muy contentos, todos nos dirigimos camino de Leh, no sin aguantar el atascazo de tantos coches a la espera de salir pitando de allí.

En el camino paramos a tomar un refrigerio en Kardong y luego, camino del puerto, paramos para que nuestros acompañantes fotografiaran a los yaks que pastaban en las hierbas.
También paramos en el Kardung La, el paso más alto del mundo, para fotografiarnos y donde nos encontramos con más amigos de las enseñanzas que sin excepción, felicitaron a Alicia.


Llegamos en buena hora a Leh y tras buscar alojamiento, marchamos al restaurante favorito de Alicia para nuestra cena de despedida. Estaba completo, pero eso no fue obstáculo para que cenáramos allí. Alicia es amiga del dueño del local. Prometí que cuando volviera a España iría a visitarla, y claro que lo haré, que no todos los días se conoce a una auténtica chica Almodóvar, y budista para más señas.

A la mañana siguiente bien temprano, Alicia partió para coger un avión hasta Delhi para a su vez tomar otro camino de España.

Yo me quedé todavía un par de días más en Leh escribiendo y trabajando en el blog, que entre tantas aventuras, y con la habitual falta de electricidad y de comunicaciones en Ladakh, había acumulado un mes de retraso.


Para finalizar tan intenso relato, y para aquellos que estéis interesados, os pongo las enseñanzas del Dalai Lama en Diskit transcritas por Alicia, que muy afanosamente preparó ya en su casa de Murcia:
Dice el Dalai Lama: yo soy budista, pero no lo soy como resultado de mi investigación, lo soy porque es mi religión. Nací en el Tibet y mis padres eran budistas. Tenéis que usar la lógica, pues las enseñanzas son científicas, y cuando llegueis a una conclusion, seguid el camino, no lo tomeis sólo como cuestión de fé. No creais las cosas fácilmente, es muy importante usar la lógica e investigar. Por ejemplo, no creais en los tres tipos de entendimientos y en la sabiduria porque sean las enseñanzas de un lama. Eso no es más que fé y en el budismo no hay que tener fé.
Existe un cuento: un monje iba con su yak cargado de provisiones cuando se encontró con un río muy caudaloso que debía cruzar. Se puso a pedir que el río no se llevara al yak, pues era todo lo que tenía para seguir su camino. Rezó con toda su devoción, pero al cruzar el rio, la corriente se llevó el yak.
No pidas imposibles, si has de cruzar un río con mucha corriente no intentes que el yak pase por alli, puesto que si lo haces, lo normal es que finalmente se lo lleve el agua. No esperes que la fé te salve, o que tus ruegos sean escuchados. Usa tu sentido comun, y por supuesto, no pidas cosas tontas.

Un científico amigo me dijo que él no estaba apegado a la ciencia, y me dió una gran lección, ya que es habitual que los grandes maestros tibetanos se apeguen al conocimiento. Piensan que saben mucho porque estudiaron mucha filosofía, y el saber les crea apego y un orgullo por saber más que los demás. Pero aquel científico no estaba apegado a su ciencia. O sea: NO SE APEGUEN AL BUDISMO.
(El científico era un chileno con el cual el Dalai lama comenzó hace más de 25 años grandes debates sobre ciencia, filosofía y religion. Ese científico murió, pero los debates siguen con otros cientificos del mundo).

La mente de la sabiduria te ayuda a desarrollar la compasión y a estudiar las cosas correctamente.
Si realizas acciones no virtuosas, si sigues el camino equivocado, o si tienes una concepción errónea de la realidad, no puedes lograr la liberación.

Puedes tener salud y una mente buena o una vida llena de paz, pero si utilizas la mente de forma errónea, no tendrás amigos y la gente se alejará de ti.
Si eres rico y tienes todos los bienes materiales, pero sólo ves lo superficial de las cosas, no tendrás paz mental. Los médicos tendrán que recetarte tranquilizantes.
Podrás tener una familia feliz, amigos, pero si no eres de confiar, ¿como podrás conseguir la paz mental?

Aquellos que engañan a otros no tienen compasión. Pero aquellos que tienen compasión, no se plantean engañar a los demás. Si eres honesto la gente confiará en ti.
Con compasión se obtiene una vida feliz, amigos y salud de cuerpo y alma. Y esto está comprobado cientificamente.

¿Quién crea el karma, que en budismo es la causa del sufrimiento y la felicidad?. Ese karma está creado por los seres humanos. Si eres ignorante creas un mal karma porque no entiendes la existencia interdependiente de las cosas. Pero también hay que saber que las causas que crean el sufrimiento son impermanentes. Los cambios pasan por su causas y condiciones. Si haces daño a los demás el resultado será negativo, y si haces feliz a los demás el resultado será positivo. Eso es el karma. Tenemos que cultivar el correcto proceder.

Tenemos una mente y esta tiene la cualidad de ser clara y consciente. La felicidad y el sufrimiento tienen su raíz en la mente.
La diferencia entre los seres humanos y los demás seres es la conciencia. La mente no tiene forma ni color, pero esta ahí. Cuando duermes dejas de percibir las cosas, pero sigue habiendo una percepcion en los sueños.

Hay que entender el origen interdependiente de las cosas, ni siquiera el buda es independiente, es dependiente de los seres humanos. Todo lo que existe, interno o externo, nos aparece como si tuviera existencia propia, pero no la tiene, nada tiene una existencia verdadera, o no la tiene como nosotros la vemos.
El ser humano es puramente una designación o un nombre que se le da a los agregados que lo compone.

La gente calmada y con paz mental tiene menos riesgo de enfermedades. La gente con menor egoismo tiene más salud y menos riesgos de ataques al corazón. Aquellos que siempre están con el yo y nada más que piensan en sí mismos, son los que más riesgo de ataques al corazon tienen, y eso está comprobado cientificamente. Pero si el sentido del yo es menor, se es más feliz.

Todos los seres humanos tenemos derecho a la felicidad y a evitar el sufrimiento, pero a veces no nos resulta posible. Nadie quiere problemas, pero los tenemos porque las emociones destructivas o perturbadoras están constantemente presentes en nosotros.

En budismo se categorizan la emociones perturbadoras, y estas tienen su antídoto, y con él se puede llegar a la liberación, a la iluminación, que es el propósito del budismo. Por ejemplo para evitar el enojo (cabreo) el antídoto es la compasión y el amor, y así con cada una de las emociones.
Hay que ensalzar a las personas con tienen una mala naturaleza, incluso a los criminales; también ellos son personas y pueden cambiar. Tienes que practicar con ellos la bodichita (la aspiración de alcanzar la iluminación para beneficio de los seres sintientes). Ocurre a veces que, cuando practicas la bodichita con los demás, la gente trata de aprovecharse, por eso tienes que estar seguro de tu motivación, y esa es la de ayudarlos. Y si practicas con esa gente que tiene una mala naturaleza, los métodos tienen que ser duros y fuertes, pero siempre lo fundamental de la motivación es ayudar. Hay que saber distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, conociendo el propósito de lo que se está haciendo.

Cuando alguien te hace mucho daño, cuando les das amor y te devuelve mal, práctica la bodichita, aunque esto resulte dificil. A los que nos dañan los consideramos enemigos, pero nos son necesarios. Necesitamos ese tipo de personas para practicar la paciencia y eliminar los enojos y los rencores (y en este punto el Dalai Lama hizo bromas entre risas diciendo: necesitamos gente que nos hiera, ¡sufran, sufran! que eso es bueno).

Lo único importante es beneficiar a los demás, aparte de eso no hay nada.

Hay una práctica budista, el ton-len , el dar y recibir: tomas el sufrimiento y las emociones destructivas de los otros y les das todo lo bueno que tienes, tu amor, tus virtudes, tu salud.

Naropa, de la universidad de Nalanda, en India, pensaba que lo sabía todo, pero le faltaba el sentir, le faltaba tener la verdad dentro y el entendimiento de la vacuidad. Al final lo consiguió a través de la larga práctica del dharma (las enseñanzas).
Tienes que saber el significado del dharma, pero tienes que ver y que sentir.
Hay mucha gente estudiosa que saben mucho, pero no saben practicar, y practicantes que no tienen el conocimiento. Hay que estudiar y practicar. Aunque seas un gran erudito, tienes que practicar para cambiar la mente, si no, es como recitar sadanas y no saber el significado. Muchos estudiosos saben mucho de los libros, pero cuando tienen que llevarlo a la práctica no saben cómo hacerlo.

Hay que rendir homenaje al maestro o gurú, porque él entiende todo el camino, tiene el conocimiento y la expericiencia, y es quien te guiará y enseñará los diferentes caminos.

La práctica principal del lam rim (que es el libro de los gelupas) es cultivar la bodichita, la renunciación y sentir la vacuidad.

Sin una renunciacion pura y verdadera, no hay nada. Para liberarte tienes que practicar los tres entrenamientos, que son moralidad, concentración y sabiduría.

Sin sufrimiento no se desea renunciar al samsara, la rueda de la vida. Hay que tener renunciacion y pensar en el karma. La experiencia del sufrimiento y del placer es parte de la mente y es creado por el karma. Creemos que las cosas tienen existencia propia, y creer en nuestro yo nos hace sufrir. Cuando piensas en tu sufrimiento, tienes que cultivar la renunciación, y usando la concentración puedes adiestrar la mente para ello.

Para experimentar la bodichita tienes que querer a todos los seres humanos. Para practicar la bodichita, tienes que entender tu sufrimiento y de esa forma entender el ajeno, deseando que todos los seres estén libres de sufrimiento. Tienes que desear ayudarlos en el camino de la iluminación para liberarlos del sufrimiento.  Ese sufrimiento que los sobrepasa y con el que no pueden por culpa del aferrarse a las cosas.

Cuando tienes la bodichita, te conviertes en un bodisatva (practicante compasivo del camino budista).
El buda tiene una compasión infinita por todos los seres humanos.

Rematando la faena, un pajarito me traído estos libros del Dalai Lama que os podéis descargar para vuestro uso personal y el de amigos y familia. Eso sí, no los imprimáis para luego venderlos haciendo como que son originales, que entonces el tema se convierte en delito:
También este libro de introducción al budismo:
Y bueno, ya puestos, este artículo científico sobre las repercusiones en el cerebro y en el sistema inmunológico de la meditación:

Como veis, estoy en todo.




PD: no soy budista.

7 comentarios:

  1. Hola Juanjo al verte junto al Dalai Lama no me lo podía creer, te has convertido en un profesional del acercamiento a las personas importantes. Te podías ganar la vida como acosador de famosos...ja,ja,...
    Un saludo

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  2. hola Juan, eso de que vas a venir a visitarme a Murcia... si me encuentras!!!, que acabo de llegar y estoy deseando irme, en cualquier momento me largo a otro lugar de este planeta, y Murcia no, Aguilas!!, que dicen los aquileños que ellos no son murcianos, no se porque lo diran, pero lo dicen.
    alicia

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  3. Estoy con las entradas anteriores, que hacias en el Everst del lado tibetano?,la gente normal va desde Nepal, de la region de solokumbo, hay un trekking precioso, y menos fio!, y no se pagan entradas, que por cierto a los polis chinos y demas, se los soborna y te dejan entrar a todos los lugares aunque no tengas permisos, a los guias, 3 gritos y hacen lo que tu quieras, creo que para estas alturas ya lo sabes no??. -15 que horror!!!, yo en marzo a -8 y vestida como un esquimal, no queria salir del jeep en el desierto de atacama, te admiro Juan, odio el frio!, por cierto buenas fotos del tibet.
    alicia

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  4. Hola Juan! Que hermosas fotos y muy interesantes tus relatos. Yo soy prima de Alicia, vivo en Argentina y desde ahora seguiré tu blog. Saludos
    Elma

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  5. Hola Elma, muchas gracias y espero que te siga gustando el blog, que me lleva mi tiempo y mis desvelos. Saludos.

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  6. Pues el otro día nos lo encontramos en el Ambros, al tipo ese, viendo la final de la Supercopa de Europa, ya te mandaremos las fotos que hizo el Chope, que por cierto sale el señor Dalai. No hacía más que pedirnos papel y salir afuera, ya me entiendes Jota. Ailofviu

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  7. Saludos juan, soy Edgar y vivo en Mexico , debo decirte que llevo mas de 1 año leyendo una y otra vez tus articulos porque me crean la ilusión de que algun dia yo tambien podré realizar un viaje similar al tuyo , pero este articulo en especial es uno de los mas hermosos, el dalai lama para mi es una de las personas mas admirables ,cuyas enseñanzas les caerian perfecto a mi pueblo que vive en agonia debido a la violencia imparable.... Saludos y felicidades por tu enorme viaje!!

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